Mi amor y confianza en el Señor no han cesado de crecer desde que vi que aunque era Dios, era Hombre, que no se espanta de las flaquezas de los hombres, que entienden nuestra miserable compostura, sujeta a muchas caídas.
Puedo tratar como con un amigo, aunque es Señor porque entiendo no es como los que acá tenemos por señores, que todo su señorío ponen en autoridades postizas. Ha de haber horas de hablar y señaladas personas que los hablen. Si es algún pobrecito que tiene algún negocio, más rodeos, favores y trabajos le ha de costar tratarlo.
¡Oh Rey de la gloria y Señor de todos los reyes! ¡Cómo no se nesecitan terceros para hablar con vos! ¡Oh, qué buen Dios! ¡Oh, qué buen Señor y qué poderoso! Es amigo verdadero. Siendo sierva de este Señor, ¿por qué no he de tener fortaleza? Levántese contra mí todo el mundo; no me faltará el Señor. Pues tenemos de nuestra parte un Rey todopoderoso y tan gran Señor que todo lo puede y a todos sujeta, no hay que temer, andando en verdad delante de su Magestad y con limpia conciencia.
DIOS ES AMIGO, MI ÚNICO VERDADERO AMIGO.
Señor, que nada me turbe el silencio de esta noche. Que nada me espante de permanecer aquí en tu presencia con mi humanidad expuesta. Porque tú eres Dios, tú no te espantas de mis flaquezas, de mis contínuas caídas. TÚ ERES MI DIOS PERO TAMBIÉN MI AMIGO.
Tú estás de mi parte, nunca me faltarás. Aquí en la inminente oscuridad me siento capaz de enfrentar al mundo entero si se levantara contra mí. Porque si te tengo a ti, Dios, nada me faltará. SÓLO TU BASTAS.
Qué hoy las flores florezcan en tu corazón !!!
De: Teresa de Ávila.
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