Me revuelvo en la cama
Esperando a que aparezcas,
Y cono llana que se apaga,
La madrugada sueña;
Con tu piel de caramelo,
Con tus rizos de estrellas,
Que en la grupa de las olas
Son acaricias y promesas.
Como una luna cuadrada,
Que en el espejo se espeja,
La noche sigue durmiendo
Y yo durmiendo con ella.
Los pensamientos volando,
Mi cama sin tus huellas,
Mi piel sin tus caricias,
Siempre la noche eterna.
Otra vez me despierto,
Y tus brazos son cadenas,
Sin que suban las mareas
Que me amaran a tu puerto
Y el aroma de tus besos
Me hieren como alfileres
Cono puntas del lucero
Que mis mejillas entretienen.
No quiero volver a quererte
Me miento en las madrugadas,
Y estoy muriendo por verte
Cono penumbra del alba.
La madrugada siguió durmiendo
Y al amor sin tu esperanzas,
Es un fantasma entre lances
De una vida que no acaba.
Me agarro a los recuerdos,
Y mi beso en la almohada
Va dejando las huellas
De carmines y esmeraldas.
La noche siguió durmiendo...
Y de nuevos los fantasmas,
Vestidos de verde oliva
Acarician mi almohada.
Cuando se marcha la luna
Cansada de madrugada,
Las estrellas se consuelan,
Y recogen las lágrimas.
Mi corazón galopando
Como yegua sin freno.
Corre por los vallaos
Al encuentro de tu infierno.
Me mire en el espejo del aire
Desnuda y en silencio,
Y el no comprendía
Como el amor sincero,
Se perdía hora a hora
En las agujas del tiempo.
La noche siguió soñando,
Con fulgores de luceros,
Con las penas escondidas,
En cuevas de bandoleros.
Mi cuerpo siguió temblando,
Buscando en mi cama tu cuerpo,
Y mi cintura temblorosa
Queriendo encallar en tu puerto.
Pero. la noche.... La noche siguió soñando....
Y yo soñando en tu sueño.
Autor: Carlos Valera
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