Los aficionados a la astronomía podrán disfrutar entre esta madrugada y mañana de un espectáculo celestial casi mágico y digno de admiración. La lluvia de las Perseidas, uno de los eventos astronómicos más conocidos a nivel mundial, cumplirá una vez más con su cita anual. El fenómeno, al que también se le denomina como Lágrimas de San Lorenzo -debido a que tiene lugar cerca de la celebración del día de este santo-, podrá observarse mejor en un cielo carente de contaminación lumínica y a partir de las 00.30 horas (hora peninsular).
Sin embargo, entre las dos y tres de la madrugada es cuando se espera poder apreciar una mayor cantidad de meteoros, a los que comúnmente se llaman estrellas fugaces. Este espectáculo, que ilumina las bóvedas celestes, también podrá apreciarse, aunque en menor medida, un día antes y uno después de la fecha señalada.
El técnico de planetario del Museo de Ciencias y Cosmos de Tenerife, Rubén Naveros, recuerda que este espectáculo lumínico sucede cuando la Tierra atraviesa una especie de nubes de partículas del cometa Swift-Tuttle. Este cometa, descubierto en julio de 1862 por los astrónomos Lewis Swift y Horace Parnell Tuttle, necesita 135 años para completar su vuelta alrededor del sol.
Fue en 1992 cuando el cometa se aproximó más a la Tierra. En aquella ocasión los astrónomos observaron que de la cola del cometa se desprendieron más de cuatrocientos meteoros por hora. «Este cometa está volviendo al sistema solar. Todos los años, en la misma fecha, la Tierra pasa por este espacio y barre los restos del cometa. Pero varía de zona, no siempre pasa por el mismo lugar y pensamos que en 1992 se atravesó alguna bolsita que no se había barrido. Sin embargo, no creemos que este año vaya a suceder algo similar», añade Naveros.
Aunque su acción ha menguado ligeramente, esta lluvia de estrellas sigue gozando hoy en día de gran popularidad. Algunos atribuyen el éxito del espectáculo a su belleza y otros a la época estival en la que sucede, ya que muchos huyen de la polución de la ciudad hacia el campo y playa, dispuestos a olvidar sus preocupaciones y disfrutar.
Paso a paso
Como explica Naveros, cuando este polvo cósmico entra en contacto con la atmósfera «las partículas, que son del tamaño de un grano de arena, se queman y esto produce un rastro resplandeciente» que es lo que denominamos estrella fugaz.
Los apasionados de la observación astronómica deberán mirar -mejor tumbados en el suelo- hacia el noreste, lugar donde se encuentra la constelación de Perseo. Es, precisamente, de esta constelación de donde viene el nombre de Perseidas.
No obstante, para el vicepresidente de la Sociedad Malagueña de Astronomía, Francisco Gálvez, «conviene mirar en todas direcciones, no sólo hacia las que parecen venir de Perseo». «Se trata de disfrutar del cielo», añade el también director del Aula del Cielo. Eso sí, como precisa, lo mejor es dirigir la mirada hacia la zona más oscura si la idea es contemplar el espectáculo de la forma más clara posible.
Con motivo de la celebración del Año Internacional de la Astronomía, la Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España (SOMYCE) diseñó una campaña de observación de esta lluvia de estrellas. En la web de la organización, www.somyce.org, hay disponible una guía de observación para quienes quieran participar de esta experiencia astronómica.
Para contemplar este rastro de polvo cósmico, dejado en la atmósfera por un cometa, no es necesario utilizar equipo especial alguno, ya que se ven a simple vista. Lo único que necesita tener es un poco de paciencia y una lista de deseos para que pida uno por cada estrella fugaz que vea. El único aspecto negativo de esta lluvia de estrellas es que no puede observarse desde el Hemisferio Sur. Siempre que se esté en el Norte, es visible desde cualquier punto.
La lluvia de las Perseidas no es sólo un espectáculo astronómico. También lleva aparejada una leyenda. La tradición cuenta que en el año 258 d. C., Roma pidió la ejecución del Papa Víctor II. Tras la muerte del religioso, el poder romano exige a uno de los diáconos que entregue al gobierno todas las riquezas de la Iglesia. Pasados varios días, el diácono San Lorenzo presentó frente a los romanos las reliquias eclesiásticas: enfermos, pobres...
El atrevimiento enfureció al gobernador romano, que lo mandó matar de una de las formas más crueles conocidas: quemado en una parrilla lentamente. La noche de la ejecución coincidió con una lluvia de Perseidas que marcó el origen de esta relación. Pero no fue hasta la Edad Media y el Renacimiento cuando se asoció esta lluvia de estrellas con las lágrimas que vertió San Lorenzo al ser quemado en la hoguera.
En Chile no las veìa por que es invierno, pero aquì si las veo.
Espero que les haya gustado amiguitas
Besitoss
Adela