¿Qué tal si pudieses cobrar por hacer algo que te diera placer? ¿Qué tal si pudieses mejorar tu salud, tus finanzas, tus relaciones, tus conocimientos y tu estándar de vida, haciendo cosas que disfrutas?
El hecho es que puedes hacer todo eso, y más aún. Y ello no requiere de otra cosa que un ajuste en tu manera de pensar.
Porque eres tú quien decide qué disfrutas y qué no. Lo que encuentras agradable es precisamente aquello que decides considerar agradable.
Para hacer que una determinada tarea o actividad resulte agradable, no necesitas transformarla de manera alguna. Puedes transformar simple y fácilmente la manera en que piensas acerca de ella.
Disfrutando lo que haces, serás muy efectivo en ello y podrás crear mucho más valor. Así que opta por disfrutar aquellas cosas que más fuertemente te empujarán hacia adelante.
Cuando decidas que algo puede disfrutarse, lo harás a menudo y lo harás bien. Toma lo que tienes que hacer, transfórmalo en lo que deseas hacer, y puedes tener la certeza de que alcanzarás grandes cosas.
|