convertirte
en aquello que más practicas. Cada momento vale por sí mismo pero es también
una manera de entrenarse para los momentos por venir. Practica la amargura y
estarás cada vez más amargado, o practica el afecto y serás cada vez más
cariñoso. Practica la paciencia, la concentración, la compasión y el
compromiso, y estas cosas se convertirán en aspectos fuertes y valiosos de tu
vida. Los hábitos negativos que desarrollas son destructivos no sólo en el
presente. Te colocan además en un rumbo tal que te hará sentir cada vez más
desilusionado respecto del camino que tome tu vida. Así que en lugar de
practicar experimentar desengaño y desesperanza, decide practicar sentir
realización y alegría. En cada oportunidad, reemplaza los patrones de
pensamiento negativos y las acciones destructivas por sus contrapartes
positivas y constructivas. Dale a la vida lo mejor de ti en el presente. No
sólo disfrutarás la inmediata recompensa de encontrar un foco positivo para tu
vida; te estarás preparando también para construir un futuro aún mejor.
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