Este post fue escrito a más de 3000 metros de alturaYa lo sabía, habíamos publicado notas al respecto en Tecnología, pero no dejó de sorprenderme. Hoy, cuando subí a un avión de Delta, para ir a la reunión de Qualcomm para la prensa, me di cuenta que este no era un avión más. Un pequeño logo decía “Wi-Fi”. Estaba por probar la salvación de unos, los que quieren aprovechar el tiempo de vuelo para trabajar online, y la condena de otros, los que disfrutaban de no poder conectarse a la red en el aire.
Así es. Delta como otras empresas, American Airlines por ejemplo, están ofreciendo a sus pasajeros, a un costo promedio de 10 dólares por vuelo, conectividad inálambrica cuando el avión llega a los 10.000 pies de altura (algo más que 3000 metros). Como hablaba con unos colegas, al conectarse nadie puede evitar avisar que está online a esa altura. Es una novedad. Me recordó a la primera vez en que llamaba desde un celular a alguien, usaba Wi-Fi o hablaba por Skype con un familiar. Es un momento que queda en la memoria pese a que uno se acostumbra muy rápido a estos cambios.
La próxima no será novedad, por eso te quiero contar como funciona.
En el caso de Delta la conectividad la brinda la compañía GoGo Inflight de AirCell. Al encender el receptor de la notebook, o smartphone, aparecen varios opciones para conectarse con distintas señales dependiendo del lugar de la cabina en la que se ubique el interesado en navegar. Luego habrá que darse de alta en el servicio, que a modo de promoción la primera vez es gratis, e ingresar los datos de la tarjeta de crédito para abonar los doce dólares por 24 horas de servicio. Segundos después ya se puede volar por la Web.
Estas son las opciones de conexión que ofrece un avión como el de Delta
Página principal para la compra del servicio:
Estos son los ratios de subida y bajada
Para quienes gusten de los datos técnicos, la conexión da cierta envidia en mercados emergentes: 1500 kbps de bajada y 500 kbps de subida. Algunos amigos me han comentado que cada tanto se corta la conexión, a mi no me sucedió. Estuve tres horas online… en el aire.
Fuente : Pablo Martin Fernandez. La Nacion : Tecnologia.