En nuestro camino ancestral, las mujeres hemos escuchado mensajes, mandatos.
Cumpliendo con ellos, muchas veces nos hemos desdibujado, hemos ocultado pasiones y sueños... Abnegados ejemplos de tías, madres, abuelas- y sus tatarabuelas- nos han precedido en ese espejo.
Hoy sabemos que ellas también quisieron algo más y que fueron quienes, imperceptiblemente, poco a poco, iniciaron los cambios.
Nosotras recogimos el guante y continuamos.
Nos ha traído hasta aquí un largo sendero empedrado de pasión; nos hemos hecho expertas en dificultades. Sabemos que el premio después del riesgo tal vez sea el éxito. Y que vale la pena.
Hoy ponemos alas a nuestros deseos, los concretamos cuidamos a los nuestros y gozamos de lo que nos rodea.
Porque podemos,porque lo llevamos en la sangre y nos atrevemos a todo,
Feliz Fin de Semana,