Si pensabas que el refrán "A quien madruga Dios le ayuda"era todo mentira, al parecer ahora un grupo de científicos revelaron que tiene, al menos, algo de cierto. "Las personas matutinas prefieren ponerse en marcha temprano e irse a dormir temprano. Son más activas, introvertidas y responsables". Eso lo certifica la autora del estudio Morningness-eveningness, gender and the Alternative Five Factorial Personality Model, Anna Muro, después de haber analizado a 533 estudiantes de entre 18 y 33 años.
Cuando se habla de ser matutino, los expertos se refieren a la tendencia biológica natural, no al comportamiento obligado por motivo de trabajo o de estudios. Es decir, a qué hora se levantaría usted si no tuviera obligaciones.
Un vespertino se levanta entre las 11 y las 13 horas y se va a dormir entre la 1 y las 3 de la mañana. Mientras que los matutinos se levantan entre 6 y 9 y se van a descansar entre 9 a 11 de la noche. Entre los dos extremos, los intermedios.
En la investigación se analizaron cinco elementos para ver cómo influye el horario del sueño: actividad, sociabilidad, impulsividad-búsqueda de sensaciones, ansiedad y agresividad-hostilidad. Y, a todo esto, hace falta añadir dos palabras: el cortisol y la melatonina, dos hormonas que señalan cuando el cuerpo se activa o está en alerta, o cuando queremos descansar o dormir.
Los vespertinos, según el estudio, son "más impulsivos, agresivos y creativos, no tienen miedo a decir que no, tienen más sentido del humor, se socializan más", resume la profesora. "Por lo tanto, son más vulnerables a sufrir problemas psicológicos relacionados con el control de impulsos o la inestabilidad emocional", finaliza Muro.