Un edificio de piedra
triste, gris, fría y manchada
con la sangre de los reyes
que la hicieron su morada.
Los amplios pasillos callan
las intrigas y traiciones,
y las alfombras esconden
huellas de conspiraciones.
Las murallas coronadas
por estandartes raídos
se adornan con las cortadas
alas de ángeles caídos.