Inicio de Angel
Yo lo sé: afuera las luces anuncian que la ciudad aún sobrevive:
Que tendrían que amarrar todos los postes para que no se desangre.
Que el aire de la montaña pasa arañando con su hálito y desciende
sobre la techumbre dispersa de la noche.
Pero pusiste tu lengua de húmeda estrella sobre mi cuello indefenso,
y mojas con tu pericia de gata el alma,y es tu cuerpo el más hermoso rescoldo
que abrigo en mi cuerpo,el nido pequeño que ya cabe en mis manos,
levantas la mirada y ávida de cielos das los labios,mariposa de todos mis deseos.
Abajo, blanden cuchillos las hojas sedientas del temor,
pero tú, aquí, despliegas tu más hondo besoy suples mis llagas con cariños nuevos.
Afuera, ¡hay quizá tanto afuera!, pero aquí, en este espacio inventado,
estamos aprendiendo a no negarnos, a ser las alas del ángel que iniciamos.
Ronald Bonilla
(del libro A Instancias de tu Piel,
Editorial Géminis)
|