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De: CALIDAD (Mensaje original) |
Enviado: 18/06/2010 22:18 |
Muere el escritor portugués José Saramago
Saramago se convirtió en 1998 en el primer autor luso en ser galardonado con el
Nobel de Literatura
Nacido el 16 de noviembre de 1922 en
Azinhaga, una aldea de Ribatejo (Portugal)
Antes de dedicarse de lleno a la literatura y de convertirse en uno de los mejores novelistas del siglo XX, Saramago trabajó en oficios como los de
Cerrajero, mecánico, editor y periodista
Pero su mayor ilusión era ser escritor
En 1947 publicó su primera novela
Tierra de pecado
Por esa época prendió en él la conciencia política que siempre le acompañó y que le llevó a afiliarse en 1969 al Partido Comunista Portugués
Tras un largo silencio de casi veinte años, en los que estuvo sin publicar porque no tenía "nada que decir"
Saramago se atrevió con la poesía entre 1966 y 1975 y publicó
Poemas posibles
Probablemente alegría
El año de 1993
En los años ochenta volvió al teatro con
¿Qué haré con este libro? (1980)
El relato Levantado del suelo
El libro de viajes Viaje a Portugal (1981)
Con estas obras Saramago había sentado ya las bases para ese mundo propio que fue construyendo libro a libro, y en 1982 le llegó la fama mundial con
Memorial del convento
Que le valió el Premio del Pen Club Portugués, galardón que volvió a ganar en 1984 con
El año de la muerte de Ricardo Reis
También reconocida con el
Premio Dom Dinis de la Fundación Casa de Mateus
A partir de ahí su prestigio se fue consolidando con títulos como
La balsa de piedra (1986)
La segunda vida de Francisco de Asís
Historia del Cerco de Lisboa
En 1991 publicó la novela
El Evangelio según Jesucristo
Muy criticada por el Vaticano y objeto de un polémico veto en 1992, cuando se retiró de la lista de candidatas al Premio Literario Europeo para el que había sido seleccionada por un jurado del
Pen Club de Portugal y la Asociación de Críticos literarios portugueses
A pesar de todo, esta obra recibió el prestigioso
Premio de la Asociación de Escritores de Portugal (1992)
Tras publicar su cuarta obra de teatro
In nomine Dei
Gran Premio de Teatro de la Asociación Portuguesa de Escritores
Entró a formar parte del
Parlamento Internacional de Escritores
El año 1995 fue especial para él, con la obtención del Premio Camoens al conjunto de su obra y la publicación del
Ensayo sobre la ceguera
Primera entrega de su trilogía sobre la identidad del individuo, que continuó con
Todos los nombres (1998)
Y cerró con
Ensayo sobre la lucidez (2004)
Sus innegables méritos como novelista fueron por fin reconocidos en 1998 con el
Premio Nobel de Literatura
En los últimos años, Saramago no dejó pasar demasiado tiempo entre novela y novela
Fruto de esa urgencia por contar fueron sus novelas
La caverna (2000)
El hombre duplicado (2002)
Las intermitencias de la muerte (2005)
Las pequeñas memorias (2006)
El viaje del elefante (2008)
Caín (2009)
Entre sus obras figuran también los autobiográficos
Cuadernos de Lanzarote I
Cuadernos de Lanzarote II
La vieja máquina de José Saramago y sus gafas
En la sala a la que da nombre en la
Fundación César Manrique de Lanzarote
Escenario de una novela
Memorial de un convento
Andalucía nombró al escritor portugués Hijo Predilecto
Doctor honoris causa
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De: 1April1 |
Enviado: 19/06/2010 18:56 |
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De: M¦®ågë |
Enviado: 20/06/2010 00:07 |
José Saramago Azinhaga, Ribatejo, Portugal, el 16 de noviembre de 1922 Lanzarote, Islas Canarias, España, 18 de junio de 2010 Premio Nobel de Literatura 1998 “Acerca de la inmigración en el estrecho de Gibraltar”
Que tire la primera piedra quien nunca haya tenido manchas de emigración en su árbol genealógico… Así como en la fábula del lobo malo que acusaba al inocente cordero de enturbiar el agua del arroyo de donde ambos bebían, si tú no emigraste, emigró tu padre, y si tu padre no necesitó mudar de sitio fue porque tu abuelo, antes, no tuvo otro remedio que ir, cargando la vida sobre la espalda, en busca de la comida que su propia tierra le negaba. Muchos portugueses (¿y cuántos españoles?) murieron ahogados en el río Bidasoa cuando, noche oscura, intentaban alcanzar a nado la otra orilla, donde se decía que el paraíso de Francia comenzaba. Centenas de millares de portugueses (¿y cuántos españoles?) tuvieron que adentrarse en la llamada culta y civilizada Europa de allá de los Pirineos, en condiciones de trabajo infame y salarios indignos. Los que consiguieron soportar las violencias de siempre y las nuevas privaciones, los supervivientes, desorientados en medio de sociedades que los despreciaban y humillaban, perdidos en idiomas que no podían entender, fueron poco a poco construyendo, con renuncias y sacrificios casi heroicos, moneda a moneda, céntimo a céntimo, el futuro de sus descendientes. Algunos de esos hombres, algunas de esas mujeres no perdieron ni quisieron perder la memoria del tiempo en que padecieron todos los vejámenes del trabajo mal pagado y todas las amarguras del aislamiento social. Gracias sinceras les sean dadas por haber sido capaces de preservar el respeto que debían a su pasado. Otros muchos, la mayoría, cortaron los puentes que los unían a aquellas horas sombrías, se avergonzaron de haber sido ignorantes, pobres, a veces miserables, se comportaron como si la vida decente, para ellos, sólo hubiera comenzado verdaderamente y por fin el día felicísimo en que pudieron comprar su propio automóvil. Esos son los que estarán siempre dispuestos a tratar con idéntica crueldad e idéntico desprecio a los emigrantes que atraviesan ese otro Bidasoa más largo y más hondo que es el Estrecho de Gibraltar, donde los ahogados abundan y sirven de pasto a los peces, si la marea y el viento no prefirieron empujarlos a la playa, hasta que la guardia civil aparezca y se los lleve. A los supervivientes de los nuevos naufragios, a los que pusieron pie en tierra y no fueron expulsados, les espera el eterno calvario de la explotación, de la intolerancia, del racismo, del odio a la piel, de la sospecha, del envilecimiento moral. Aquel que antes fue explotado y perdió la memoria de haberlo sido, acabará explotando a otro. Aquel que antes fue despreciado y finge haberlo olvidado, refinará su propia capacidad de despreciar. Aquel a quien ayer humillaron, humillará hoy con más rencor. Y helos aquí, todos juntos, tirándole piedras a quien llega hasta esta orilla del Bidasoa, como si ellos nunca hubieran emigrado, o los padres, o los abuelos, como si nunca hubieran sufrido de hambre y desesperación, de angustia y de miedo. En verdad, en verdad os digo, hay ciertas maneras de ser feliz que son simplemente odiosas.
Jose Saramago
Algunas de sus más conocidas frases:
“La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva”
“Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal”
“Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay”
Fuente : http://trianarts.com/jose-saramago-in-memorian/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+Triana+%28Triana%29&utm_content=Twitter
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VAYA PERDIDA!!
DESCANSE EN PAZ EL MAESTRO |
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De: radio |
Enviado: 20/06/2010 23:17 |
Era magnifico, una vez lo escuche en un discurso muy emotivo, me cautivo.
La suerte, que vivirá en sus escritos y en nuestros recuerdos.
Rosa |
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