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| De: TATIS-7 (Mensaje original) |
Enviado: 01/07/2010 20:28 |
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| Orden divino
Vivo en el orden divino de paz y amor.
Hoy reclamo mi Verdad: La presencia y el poder de Dios obran en mi vida y por medio de ella para crear un mundo ordenado y hermoso. Reconozco mi unidad con todos los seres humanos y confío en que cada situación y toda persona tienen el potencial para contribuir positivamente. Establezco el orden en mi vida cuando busco y espero sólo el bien.
Gracias al orden divino, mi vida es transformada. Cada aparente problema es resuelto con una solución divina. Cada pensamiento positivo mantenido en la mente da paso a una mayor expresión del amor de Dios. El orden divino está siempre presente y activo en mi vida, permitiéndome disfrutar de gozo y paz.
Mucha paz tienen los que aman tu Ley, y no hay para ellos tropiezo. —Salmo 119:165
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De: 1April1 |
Enviado: 01/07/2010 21:08 |
Gracias x tu lindo aporte
Feliz Jueves
Besitos
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Hoy reclamo mi Verdad: La presencia y el poder de Dios obran en mi vida y por medio de ella para crear un mundo ordenado y hermoso |
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De: TATIS-7 |
Enviado: 02/07/2010 22:55 |
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Esperar el bien
Acojo cada experiencia con confianza, esperando sólo el bien.
Cada día ofrece una variedad de encuentros y experiencias. Tengo presente que lo que experimento en la vida refleja mis expectativas. Si comienzo mi día sintiendo temor, probablemente tendré una experiencia desagradable. Mas, si espero con anhelo lo que el día tiene para ofrecerme, tendré una experiencia gratificante.
¡Puedo escoger mis pensamientos y elijo esperar el bien! ¿Y por qué no habría de hacerlo? El Espíritu morador es mi compañero constante. Aun ante los retos, Dios no falla. Demuestro sabiduría gracias a las ideas divinas. Disfruto de fortaleza gracias al poder divino en mí. Dios me apoya y sustenta.
Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: "No temas, yo te ayudo". —Isaías 41:13
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De: TATIS-7 |
Enviado: 04/07/2010 05:00 |
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Calma
Dejo la prisa, simplifico y disfruto de la vida.
En cualquier momento, puedo restaurar la serenidad en mi vida. Cierro los ojos y estoy consciente de mis pensamientos. Presto atención a mi cuerpo, a mi respiración. Inhalo profundamente y exhalo lentamente. Estoy receptivo a Dios, en mí y a mi alrededor. Descanso, sabiendo que en este instante, todo está en perfecto orden.
Durante el día, no importa lo ocupado que pueda estar, hago espacio para este ejercicio sencillo. Mientras voy al trabajo, me preparo para una reunión importante o dispongo visitar a familiares o amigos, tomo un momento para disfrutar de mi unidad con Dios. El elegir conscientemente tener calma y estar plenamente presente, me ayuda a disfrutar de cada momento de mi vida.
Sé que no hay para el hombre cosa mejor que alegrarse y hacer bien en su vida. —Eclesiastés 3:12
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De: TATIS-7 |
Enviado: 05/07/2010 02:33 |
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Libre
Gracias a la plenitud de mi naturaleza divina, soy libre.
Soy libre. ¡Qué frase tan poderosa! Al decir estas dos palabras sencillas, creo el espacio para la libertad verdadera en mi vida. Dejo ir las cadenas del pasado e invito a las posibilidades del futuro. Ser libre es soltar el dolor y la ira para dar cabida a la paz y al gozo. Es tan sencillo como aceptar mi derecho divino de libertad, en vez de adherirme a las restricciones que me imponen los agravios pasados.
Soy un ser espiritual, de manera que no estoy sujeto a las limitaciones del mundo. Soy libre. Ya no percibo mi vida de manera limitada. En vez de ello, decido edificar mi vida partiendo de mi verdadera naturaleza. Acepto que en Espíritu y en Verdad, soy absoluta e incondicionalmente libre.
Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres. —Juan 8:36
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De: TATIS-7 |
Enviado: 27/07/2010 04:19 |
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Visión
Mantengo una visión de paz, amor y armonía para mí y para el mundo.
Me pregunto: ¿cuál es mi visión para mi vida? ¿Qué espero lograr? ¿Dónde me veo en el futuro? Al pensar acerca de la visión que tengo para mí mismo, doy gracias a Dios. Doy gracias porque mi futuro es un lienzo en blanco, donde puedo pintar aquello que desee vivir. ¡Qué sentimiento tan liberador es éste!
En este momento, paso un momento en la quietud de la oración y abro mi mente y corazón a Dios. Dejo ir mi pasado, doy gracias por el presente y espero con anhelo vivir los sueños y aspiraciones que me aguardan en el futuro. Día a día, mi visión se aclara y mi fe se fortalece, según dejo ir y confío en que Dios me guía hacia mi bien.
He aquí, ya se cumplieron las cosas primeras y yo anuncio cosas nuevas. —Isaías 42:9
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De: TATIS-7 |
Enviado: 27/07/2010 21:24 |
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Orar por otros
Al orar por otros, los veo en el fluir del amor divino.
Cuando mis seres queridos están en apuros, mi corazón lo siente. Sin embargo, en vez de preocuparme, los mantengo en oración. Al orar, siento que el amor divino surge en mí y fluye por medio de mí. Comparto la fortaleza de mi fe, porque sé que todos tenemos acceso inmediato a la fortaleza y a la sabiduría divinas.
Visualizo con fe que mis seres queridos dejan atrás cualquier obstáculo o limitación. Al afirmar que Dios en ellos es mayor que cualquier condición externa, creo fervorosamente un espacio sagrado para su éxito. Gracias al poder de mis pensamientos serenos y amorosos, los veo aceptando gozosamente su mayor bien.
Orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. —Santiago 5:16
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De: TATIS-7 |
Enviado: 28/07/2010 23:46 |
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Gracia
La gracia de Dios siempre está conmigo.
Cuando doy un paseo en un bello día, me siento especialmente bendecido. Al pensar en mis amigos y seres queridos, siento que soy una persona muy afortunada. La gracia de Dios me envuelve, y en Su gracia vivo con gozo y propósito.
Al abrir mi mente a una comprensión mayor de la gracia divina, me doy cuenta de que ésta siempre está disponible para todos. Es una expresión del amor de Dios. Puedo contar con ella tanto cuando me siento bien como cuando me siento agobiado. Dicha gracia se expresa de muchas formas: como guía, curación, prosperidad y como un sentimiento profundo de unidad con Dios. Abro mi mente y corazón a la gracia y siento el amor de Dios.
Este, cuando llegó y vio la gracia de Dios, se regocijó y exhortó a todos a que con propósito de corazón permanecieran fieles al Señor. —Hechos 11:23
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De: TATIS-7 |
Enviado: 29/07/2010 21:42 |
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Entregarse
Me entrego a la presencia crística en mí.
Al leer la afirmación de hoy, siento que el peso del esfuerzo personal da paso al alivio que surge al dejar ir. Me entrego a la presencia crística en mí y encuentro descanso, ayuda e inspiración.
Al reposar mi mente, permito que el caudal continuo de pensamientos disminuya y se disipe. Con cada respiración, la tensión de mi cuerpo es liberada. Descanso en la calidez del cuidado divino.
Me entrego y abro mi mente y mi corazón al fluir del bien de Dios. Al entregarme, cedo apaciblemente y estoy dispuesto a recibir. Abro el camino para acoger las ideas divinas, la energía sanadora, y sé que mi oración es contestada. Gracias a la presencia crística, avanzo con confianza seguro de mi bien.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. —Mateo 11:28
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De: TATIS-7 |
Enviado: 31/07/2010 03:15 |
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Paz interna
Al permanecer centrado en Dios, siento paz.
Estoy en paz cuando recuerdo lo amorosamente que soy sostenido por Dios. A veces, puede que pierda mi paz interna. Mas una vez que tomo conciencia de que mi mente se ha alejado del Espíritu divino, todo lo que necesito hacer es respirar profundamente. Al enfocar mi atención en mi respiración, centro mi mente en Dios.
"Spiritus", el origen latino de la palabra Espíritu, significa literalmente respiración. Cuando respiro profundamente, siento que mi cuerpo descansa y me calmo. Al inspirar y exhalar, me aquieto y escucho a la voz interna que sabe lo que debo hacer. Ordeno mi pensamiento y recuerdo mi vínculo con el Espíritu divino. Cuando mi mente está centrada en Dios, estoy en paz.
Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe. —Gálatas 5:22
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De: TATIS-7 |
Enviado: 01/08/2010 02:39 |
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Actitud correcta
Venzo la dificultad gracias a mi actitud positiva.
Los niños se emocionan con el reto de nadar por primera vez o de alcanzar la cima de un tobogán en el campo de juegos en un parque. Ellos esperan vencer cualquier dificultad que puedan encontrar. Su fe en un resultado exitoso —su actitud correcta — los capacita para lograr su objetivo. Hoy, veo cualquier reto como una oportunidad de demostrar que Dios obra activamente en mi vida. Gracias a mi fe, estoy en el camino al éxito.
Mantengo una expectativa divina y positiva. Por ser y sentirme uno con Dios, puedo lograr cualquier hazaña y todas mis metas. Venzo cualquier dificultad mediante el poder de la actitud correcta, y veo el éxito como un escalón hacia mi mayor bien.
El vencedor heredará todas las cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo. —Apocalipsis 21:7
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