|
De: Nαllәlι (Mensaje original) |
Enviado: 29/08/2010 02:46 |
El mundo es un lugar de ecos si arrojamos ira, ira es lo que nos vuelve; si damos amor, amor es lo que recibimos. El amor no debería ser exigente; de lo contrario, pierde sus alas, no puede volar Se enraíza en la tierra y se vuelve muy terrenal; entonces es lujuria y proporciona mucha desdicha y gran sufrimiento El amor no debería ser condicional, no habría que esperar nada de él Él mismo debería ser su razón de ser, no una recompensa o resultado Repito, si tiene algún motivo ulterior, tu amor no puede convertirse en un cielo abierto Se ve confinado a ese motivo; el motivo se convierte en su definición, en su límite El amor sin motivo carece de limites: es puro júbilo, exuberancia, es la fragancia del corazón.
Y que no haya deseo de conseguir ningún resultado, no significa que estos no tengan lugar; acontecen, y multiplicados por mil, porque aquello que le damos al mundo, nos vuelve rebotado a nosotros.
El mundo es un lugar de ecos: si arrojamos ira, ira es lo que nos vuelve; si damos amor, amor es lo que recibimos Pero ese es un fenómeno natural, no hace falta pensar en ello. Se puede confiar: acontece por su cuenta Esta es la ley del karma: se recoge aquello que se siembra; lo que se da es lo que se recibe. Así que no hay necesidad de pensar en ello, es algo automático Odia y te odiarán - Ama y te amarán (Osho) |
|
|
Primer
Anterior
2 a 3 de 3
Siguiente
Último
|
|
El amor no debería ser exigente; de lo contrario, pierde sus alas, no puede volar
Se enraíza en la tierra y se vuelve muy terrenal; entonces es lujuria y proporciona mucha desdicha y gran sufrimiento.
|
|
|
|
Lo dice todo:
Esta es la ley del karma:
se recoge aquello que se siembra;
lo que se da es lo que se recibe. |
|
|
|
|