Una mujer en el confesionario: -Padre, hoy he conocido a Gregorio, y hemos estado haciendo el amor hasta el atardecer. -Pues en penitencia, rezas tres padrenuestros y dejas 20 dólares de limosna. Más tarde otra mujer: -Padre, hoy he conocido a Gregorio, y hemos estado haciendo el amor hasta el amanecer. -Pues en penitencia, rezas 10 padrenuestros, y echas 30 dólares de limosna. Más tarde otra nueva mujer: -Padre, hoy he conocido a Gregorio, y hemos estado haciendo el amor todo el día. -¡Pero esto no puede ser!, rezas 20 padrenuestros y echas 50 dólares de limosna. Más tarde: -Padre... -SÍ, tu también has conocido a Gregorio y habéis estado haciendo el amor... -No, padre. Yo soy Gregorio... O vamos a medias en la limosna, o me llevo a todas las mujeres a otra parroquia.
|