Llegará luego la calma...
tras la recia tormenta
y vendrás por mí
sigilosa y lenta...
No habrá prisa ni horario
finalizada mi tarea...
con mis penas a cuestas
partiré hacia la ausencia.
¿Será un día de verano?
¿Un atardecer de invierno?
¿Cuando las hojas mueran
o florezca el cerezo?
Será como saber de golpe
que el sendero terminó,
que el descanso espera,
allá en un mundo mejor.
Que no se note mi miedo
y la huella sea leve...
que no se note emoción
al caminar en la nieve.
Que si alguien me recuerda
pueda comprender mi risa
en este esfuerzo vano
para enfrentar la vida.
Dora Ferletini
(Argentina)