Uno de los grandes deseos de Jesús es que podamos disfrutar
en este mundo de la paz que él nos ofrece.
La paz única y verdadera que tiene que ver con practicar
siempre el bien para evitar que el mal cause estragos
en nuestras conciencias y corazones.
La paz tiene que ver con el mundo interno de cada persona.
No se consigue ni tampoco se recibe desde afuera.
Es desde el corazón donde se empieza ha experimentar
tan gran valor que no tiene límites de extensión una vez
que empieza a surgir.
Una persona que recibe el mensaje
de paz y lo interioriza es una persona que contagia.
La paz da seguridad. La paz brinda estabilidad en
nuestras actitudes y comportamientos. Ella permite
buenas relaciones personales de unos para con otros.
La paz es una garantía de la superación personal.
Ingredientes:
En todas las circunstancias de la vida
calma y tranquilidad.
Claves:
Aceptación de las virtudes, cualidades y
fallos para mejorar de cada uno y de los demás.
Para comenzar a conseguir la paz, nada mejor que el
descanso, el silencio, la reflexión, el retiro y la soledad
Saber vivir es saber amar, es decir, saber comprender,
respetar, perdonar, saber darse y dar.