El olivo procede de Asia y hoy está extendido en muchas regiones del mundo. Es un árbol de bastante altura, con hojas lancea ladas, puntiagudas, algo lustrosas por el anverso y de color algo diferente unas de otras. Flores en panojas densas, pedunculadas. Drupa negruzca cuando madura, con el epicarpio lustroso, la carne aceitosa.
Todas las partes de la aceituna contienen aceite.
El del epicarpio contiene un principio resinoso, el del sarcocarpio es más abundante, el del núcleo óseo (endocarpio) contiene un poco de mucílago, el de la semilla es ligeramente acre. En la extracción, todos estos aceites se mezclan (Héraud).
Hoy en día se falsifica el aceite en forma escandalosa, y casi no se puede hallar aceite puro en Chile, aun cuando en los envases se diga "aceite puro" o "extrafino".
El aceite bueno debe ser fluido, de color amarillo verdoso, de sabor suave y agradable y de color débil y particular. Para conocer si está o no falsificado un aceite con otros ingredientes, se pone una gota sobre la palma de la mano, se refriega con el dedo índice de la otra mano. Se toma luego el olor; si tiene olor débil, apenas perceptible, del olor particular del aceite, es verdadero; si tiene olor muy perceptible, pero como de linaza, está falsificado.
¡Ojalá se incrementara más en Chile el cultivo de esta planta verdaderamente preciosa en todo el sentido de la palabra! Chile se presta de un modo extraordinario, pues nuestro clima favorece admirablemente su crecimiento.
En una de nuestras casas en Chile se hizo la prueba de fabricar un poco de aceite con instrumentos primitivos, y es inútil decir que salió un aceite imponderable.
Uso medicinal
a. El aceite constituye un factor importante para la formación de los tejidos, para su nutrición y crecimiento y para la producción de calor y movimientos; economiza, además, substancias alimenticias, limita la absorción de oxígeno y la transformación de los principios nitrogenados de los tejidos y disminuye la eliminación de substancias minerales por la orina. No se aconseja, sin embargo, a las personas que sufren de estitiquez.
Muchas son sus aplicaciones medicinales, tanto interior como exteriormente, según el refrán que dice: "aceite de oliva todo mal quita". He aquí algunas.
b. Se toma con buen resultado para las enfermedades del hígado y principalmente contra los cálculos biliosos, arenillas, etc. Para ello se toma una copita en ayuna durante varios días.
Tomando entre 15 y 60 gramos, es laxante y no produce cólicos.
c. Además es vermífugo, y como tal es excelente en lavativas.
d. Es un poderoso contraveneno, pues se opone a la absorción del veneno, ya que envuelve la mucosa del estómago y deposita sobre la materia nociva una superficie untuosa. Se administra después de pasados los vómitos. Hay que cuidarse mucho de administrarlo cuando existe envenenamiento de cantáridas o de fósforo.
e. Extendido sobre la piel, la torna más blanda, más elástica y más flexible y la protege contra las influencias exteriores. En fricciones lubrifica la epidermis penetrando con facilidad en sus intersticios y en los folículos y, según demuestra la experiencia, es absorbido en cantidades no pequeñas y conducido al torrente circulatorio. Las fricciones externas se han empleado con éxito en las hidropesías.
f. En tiempo de cólera es un remedio excelente, pues detiene admirablemente la diarrea producida por esta terrible epidemia. Aunque no sea éste el lugar para hablar del aceite de bacalao, sin embargo, lo ponemos aquí por ser un excelente remedio para los raquíticos, escrofulosos y los propensos a la tisis, por sus propiedades de asimilación y por economizar el desgaste de los tejidos, moderando el proceso de desasimilación.
Kolkman recomendó, por primera vez en 1824, el aceite de hígado de bacalao en la tuberculosis pulmonar y, desde entonces, se emplea con mucho éxito, porque si no cura la lesión anatómica, sostiene la nutrición del enfermo, oponiéndose a los efectos consecutivos de esta devastadora enfermedad.
Es un remedio magnífico en la anemia, aunque no aventaja en ésta al hierro. Se emplea con mucho éxito en los reumatismos. No se aconseja cuando hay catarros gástricos o cuando el paciente se halla en estado febril.
Es preferible tomarlo en invierno y nunca en ayunas; empezar con dosis pequeñas de 5 a 10 gramos en los niños y de 20 a 30 gramos en los adultos.
Para que no produzca náuseas al tomarlo, se puede poner unas gotas de esencia de anís, menta, etc.