La combustión espontánea es la incineración del cuerpo de una persona sin la aparente presencia de una fuente externa de ignición. Aunque la causa de tal combustión ha sido durante muchos años un completo misterio, en general hoy se acepta que la razón más probable de su ocurrencia es un fuego no espontáneo con efecto mecha.
Hay muchas características que distinguen juntas una combustión espontánea de otros tipos de fuego:
* A pesar de su nombre, el fuego nunca empezó espontáneamente (es decir, el fuego nunca empezó por sí mismo), pues siempre hay algún medio de ignición presente.
* El fuego suele estar localizado en el cuerpo de la víctima. Los muebles y electrodomésticos cercanos a la víctima suelen quedar intactos. Los alrededores de la víctima sufren poco o ningún daño.
* El cuerpo de la víctima suele quedar mucho más quemado que en un incendio convencional. Las quemaduras, sin embargo, no se distribuyen uniformemente por todo el cuerpo. El torso suele quedar muy gravemente dañado, a veces reducido a cenizas, pero las extremidades de las víctimas suelen quedar intactas.
* La mayoría de los casos de combustión espontánea suceden bajo techo.
* Los electrodomésticos (por ejemplo, televisores) situados sobre un aparador o similar pueden sufrir daños.
* Las víctimas son con frecuencia mujeres.
* Las víctimas tienen con frecuencia sobrepeso.
* La mayoría de las víctimas también son consideradas alcohólicas.
* Nunca hay testigos oculares creíbles del proceso real de combustión.
De la red.