El Té
La cadena
Saboreatéycafé sacó al mercado unas infusiones para calmar la
ansiedad entre fumadores. Son 100% saludables y naturales. Hay que tener muy presente que sólo son una ayuda, no es un sustitutivo de la nicotina.
Cada infusión está compuesta de una combinación de
plantas relajantes: la menta, el azahar, la rooibos y la valeriana. Éstas tienen un efecto calmante en el organismo disminuyendo el nerviosismo que produce la adicción a la nicotina.
El cigarrillo electrónico
En la mayoría de los casos la dependencia del tabaco viene dada por los fenómenos sociales, psicológicos o gestuales. Este nuevo dispositivo lucha contra ésto e intenta reproducir las
sensaciones de fumar.
Funciona con
vapor de agua por lo que se puede utilizar en cualquier espacio público. Se recomienda no tragarse este vapor ya que no es necesario para reproducir las sensaciones físicas. En personas embarazadas, lactantes y con trastornos cardiovasculares no está recomendado.
Este cigarrillo electrónico recibe el nombre de
‘Arko-cig’ y lo comercializa la empresa
Arkopharma.
Los chicles de nicotina
Es una terapia sustitutiva de la nicotina. Con ellos se pretende reducir los síntomas de la
abstinencia: nerviosismo, irritabilidad, hambre, cansancio… Los más conocidos son los chicles
‘Nicoret’ pero actualmente en el mercado podemos encontrar gran variedad.
Sus ventajas son que se pueden utilizar en cualquier lado y en cualquier momento en el que se necesite fumar. Los inconvenientes son el
mal sabor y, el más preocupante, la mala utilización de los mismos.
Para que funcione realmente primero hay que masticarlo
lentamente hasta que se note un fuerte sabor. A continuación hay que
detenerse para que la nicotina se comience a absorber por la mucosa bucal. Una vez que desapareció el sabor, se vuelve a comenzar a masticar. Hay que repetir esta operación hasta que se deje de desprender nicotina.
Cada chicle puede contener una
dosis diferente de nicotina dependiendo de la persona que lo use y la cantidad que necesite para apaciguar su abstinencia.
Los parches de nicotina
Son paliativos para dejar de fumar. Al igual que el método anteriormente citado, es una
terapia sustitutiva de la nicotina. Intenta administrar equilibrio para superar la abstinencia.
Se puede aplicar sobre la parte superior del tórax, en los brazos o en las caderas. Debe utilizarse
una vez al día y siempre a la misma hora y durante el mismo tiempo: nunca más de 16 o 24 horas seguidas.
Durante el tiempo que decidamos utilizar este tratamiento, que no debe superar las 6-20 semanas, no podemos fumar. Los parches ya nos van a aportar una cantidad de
nicotina equilibrante que no es recomendable mezclar con la que nos aportan los cigarrillos.
La acupuntura
Esta técnica proviene de
China y consiste en la colocación de
agujas en puntos estratégicos para estimular la circulación de energía. Es buena para reducir la ansiedad, el mal humor y el nerviosismo del síndrome de abstinencia.
La acupuntura debe combinarse con la
auriculoterapia. Ésta última es una variante de la primera que utiliza la
oreja como zona refleja. No es dolorosa ni peligrosa para la salud. Consiste en la implantación de
20-25 agujas de las cuales, el paciente tendrá que conservar algunas adheridas hasta la siguiente sesión.
Los resultados que se consiguen después de unas
cinco semanas de tratamiento son: la estimulación de los pulmones y el sistema nervioso reduciendo el deseo de fumar y provocando sensación de asco por lo mismo, reducción de la ansiedad y la eliminación de toxinas, reducción del insomnio y aumento del equilibrio interno y autocontrol.
La hipnósis
La hipnosis es un estado especial de la
consciencia en el que entra la persona hipnotizada de forma voluntaria conducida por un
terapeuta. Durante este estado al subconsciente se le da la información de que el tabaco es malo y que lo
rechace.
Gracias a este método se puede superar más fácilmente el síndrome de abstinencia sin sufrimiento. Además, disminuye la ansiedad en un 90%.
Este es el año por excelencia para dejar de fumar. La
salud lo agradecerá y el bolsillo también. Para empezar hay que
concienciarse del paso que vamos a dar y, a continuación, podemos acudir a un especialista para que nos recomiende el tratamiento que más nos conviene, ¡sólo hace falta un poco de fuerza de voluntad!