Una monja va al médico con un ataque de hipo que ya le dura un mes.
Doctor, tengo un ataque de hipo, desde hace un mes que no me deja vivir. No duermo, no como, ya me duele el cuerpo de tanto movimiento compulsivo, involuntario.
Tiéndase en la camilla, hermana, que la voy a examinar, dice el médico.
La examina y le dice:
Hermana, está usted embarazada.
¡¡¡Queeee! dice la monja y se levanta y sale corriendo de la consulta con cara de pánico.
Una hora después el médico recibe una llamada de la madre superiora del convento:
Pero Doctor ¿qué le ha dicho a la hermana María?
Verá madre superiora, fue una mentira piadosa
Como tenía un fuerte ataque de hipo, le di un susto para que se le quitara y supongo que se le habrá quitado, ¿no?,
Dice el médico.
Sí, a la hermana María se le ha quitado el hipo, pero el Padre Damián se ha tirado del campanario