Parte de la estrategia del Satán
es hacernos sentir como si hubiésemos fracasado.
Él minimiza nuestra percepción de los milagros
que ocurren en nuestra vida.
Él nos hace estar confundidos y dudosos
respecto a cuánto recibimos de todo nuestro trabajo;
subestima a nuestros maestros.
Recibimos muchísimo.
Derrota a la voz de la duda en tu cabeza
y vence al Satán.
Es una batalla constante, pero podemos salir victoriosos
Yehuda Berg
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