La vida es un jardín
Lo que siembres en ella, eso se te devolverá.
Así que elige semillas buenas, riégalas
y con seguridad tendrás las flores más bellas.
No tomes las tormentas como castigos.
Piensa que los vientos fuertes harán
que tus raíces se hagan más profundas
para que tu rosal resista mejor lo que habrá de venir.
Cuando tus hojas caigan, no te lamentes;
serán tu propio abono, reverdecerás y
tendrás flores nuevas.
Sonríe, abre tus ramas agradecidas
hacia el sol y siente la nueva brisa.
Gracias DIOS por estar siempre conmigo
y que las cosas que aveces me suceden,
es por mi bien, tu sabes lo que haces.
Estas lineas van para ti 'DIOS',
gracias por levantarme siempre
cuando me caigo
y por las veces que no me dejas caer.