- Cola Reef y turgentes lolas (y viceversa)
- Que cambiemos (a partir de estar con ellos, no importa cómo nos conocieron, tenemos que ser otra)
- Que seamos más simples (así podemos entender la complejidad de ellos)
- Que estemos “siempre listas” para el sexo (y que los “dolores de cabeza” dejen de ser un pretexto. Pero es el mejor que encontramos por los siglos de los siglos...)
- Que no seamos celosas (aunque ellos se olviden de borrar los mensajitos en el cel. o dejen el messenger abierto en la compu)
- Que no esperemos regalos (así cuando se olvidan de cumples y aniversarios no sienten culpa)
- Que cuando les pedimos “como un favor” colaboración con las tareas hogareñas seamos agradecidas (y que no pongamos cara de culo si lo han hecho al revés porque de las cuestiones de la casa no entienden un pito)
- Que los dejen libremente mirar colas por la calle (aunque una quede pintada, con complejo, deprimida, con la autoestima y el culo por el piso por esa colaglobo que tiene la mina en cuestión)
- Que les digamos que el tamaño no importa (¡sí importa! Pero si así se sienten seguros, una mentira juguetona no le hace mal a nadie)
- Que llamemos a las cosas por su nombre (y si él apodó a su pene “Juanchy” o “Charly” para que el muy picarón responda, hay que nombrarlo como tal. Tiene vida propia)
- Que aprovechemos a su “Utilísima” madre (y que le pidamos la receta de las milanesas porque “no hay como las de mi vieja”. Idem pollo al horno, mayonesa casera, etc. El combo incluye consejos para ser un ama de casa pulcra y esposa perfecta.
- Que seamos la “vasija contenedora” (y cuanto más grande, mejor. Así la llenan de ropa sucia y de obligaciones que ellos no tienen)
- Que les recordemos si el grado al que van los hijos es “A”, “B” o “C” (porque ellos no tienen idea y les da vergüenza preguntar en Dirección).
- Que cuando llegan del trabajo... (no “rompamos las bolas” con comentarios inútiles sobre roturas de la casa o problemas del cole de los chicos. Arreglátelas Catalina)
- Que no les hablemos mal de la familia (¡y menos protestar contra la cuñada o la suegra! ¡Gracias a ellas que lo criaron él es como es!)
- Que nuestra madre no se meta (ellos nos rescataron de ese hogar que nos malformó y la suegra metida viene a llenar la cabeza que él cree que limpió ¡Ja!¡Ja! “Mira a tu suegra y verás lo que en el futuro te espera con tu mujer”)
- Que cuando ambos llegamos cansados a la noche haya paz en el hogar... (y el Rey del Laburo pueda sentarse sin que lo perturben frente a la play o a la tele. Mientras la Reina del Hogar cocina, lava los platos y hace los deberes con los chicos).
- Que una sea perfecta (buena y prolija ama de casa, colaboradora con la economía familiar, madre aplicada, esposa amorosa y una puta en la cama. Las súper mujeres mueren a los 40)
- Que no esperemos despiertas cuando sale con los amigos (y si viene en pedo, que no empecemos a joder con el “¿dónde estuviste? ni “¡mirá el estado en que venís!”. Ellos son grandes)
- Que no salgamos con amigas (son todas “trolas”, salen de levante, están separadas y desesperadas)
- Que si nos separamos no encontremos novio ni formemos nueva pareja aAsí no “abandonás a tus hijos” y, si de vez en cuando a ellos se les ocurre, puedan tener un touch and go con la ex como para dejar bien claro quién sigue siendo el macho del hogar abandonado)
- Que no rompamos con la cuota alimentaria (ellos tienen una nueva vida, formaron otra familia y eso cuesta caro).
- Que nos arreglemos con la poca ropa que tenemos en el placard (así ellos tienen más plata para gastar en el auto)
- Que seamos tiernas (y sumisas, calladas, conformistas, respetuosas, delicadas, discretas, austeras, etc. etc. ¡Puaj!)
- Que seamos ordenadas (pero que no pretendamos lo mismo de ellos).
- Que no seamos “obsesivas” con la limpieza (así pueden dejar la tabla meada, la toalla en el suelo y los pelos enrulados en la pileta)
- Que no colguemos la bombacha lavada en la canilla de la bañera (para que ellos no sienten culpa por no haberse lavado el canzoncillo)
- Que seamos confiadas (así no tienen necesidad de mentirnos tanto)
- Que sus amigos nos caigan bien (y que no les reprochemos el tiempo y la guita que gastan con ellos y no con una)
- Que no hagamos comentarios ni preguntas cuando estamos viendo una película (Salvo en el corte: “¿Querés tomar algo fresco querido?””¿Te sirvo un cafecito?” “¿Una picadita?”... ¡Andá!)
- Tampoco que critiquemos al fútbol (ni que digamos que “son 22 boludos detrás de una pelota” porque él se siente el Nro. 23)
- Que no demoremos en terminar de producirnos para una salida (no sé de qué se quejan si tienen la tele en el living como sala de espera)
- Que no los desvaloricemos (nada de que “el marido de fulana gana más, no tenemos auto o los Pérez hicieron un crucero...”. Si elegiste pan y cebolla ahora es tarde para el sushi)
- Que los admiremos (aunque estén barbudos, con olor a chivo, panzones, despidiendo sus voces interiores en gases y eructos, ellos siempre son Adonis)
- Que seamos claras cuando les pedimos algo y que no supongamos que nos entendieron (ellos no nos escuchan, por ende, los resultados jamás van a ser los esperados).
- ¡Y que no nos quejemos! (tenemos que ser agradecidas por siempre de que la vida nos brinde la oportunidad de apoyarnos en ellos...)