Stevia Rebaudiana
Fueron muchos los años en que la Stevia tardó en ser reconocida como edulcorante seguro e inocuo.
Fue investigada desde el año 1899, donde el Dr. Bertoni (biólogo) la clasifica. Hoy se conocen más de 300 variedades.
En el año 1900 el químico Ovidio Rebaudi, identifica sus principios activos: Los Steviósidos y los Rebaudiósidos. Ambos compuestos aportan un poder edulcorante de 200 a 300 veces más dulces que el azúcar común.
Lo más relevante, es que estamos ante la presencia de un edulcorante absolutamente natural.
Al no ser metabolizable para el organismo, no aporta calorías y tampoco es cariogénico.
Su estabilidad a elevadas temperaturas, lo convierte en un edulcorante óptimo para integrar preparaciones dulces que requieren cocción.
En nuestro país fue aprobado el uso en el año 1993, pero hace relativamente poco tiempo, es consumido y comercializado ampliamente.
Las presentaciones en que se puede encontrar este edulcorante varían, hay Stevia en polvo, líquida, en pastillas y también se pueden conseguir las hojas secas de la planta, en dietéticas y herboristerías.
1 cucharada sopera de hojas secas, endulzan una taza de té, del mismo modo que 5 cucharaditas de azúcar común.
Las hojas se pueden utilizar combinadas con diferentes infusiones, o en el mate cebado.
Hay estudios realizados sobre la Stevia Rebaudiana que señalan efectos benéficos sobre: los niveles de azúcar en sangre, la normalización de la presión arterial, efecto antiácido y digestivo, y una acción antioxidante similar a la del té verde.
La Stevia Rebaudiana, comercializada con diferentes nombres, es hoy considerada “el edulcorante del futuro”.