Una empresa de medios interactivos en el Reino Unido acaba de lanzar un sistema que permite al espectador controlar momentos cruciales de una película utilizando el poder de las emociones.
El sistema Myndplay utiliza un dispositivo que el usuario coloca alrededor de su cabeza para leer las ondas del cerebro asociadas a los diferentes estados de ánimo y, de acuerdo a éstas, desarrolla la historia en diferentes direcciones y hacia varios finales alternativos.
De acuerdo a cómo se sienta el espectador la cinta puede tener un final positivo o negativo para el protagonista, feliz o trágico según los niveles de concentración o relajación mental durante momentos coyunturales del relato fílmico.
Los sensores conectados al dispositivo funcionan al estilo de un electroencefalógrafo que mide los patrones de la actividad eléctrica en el cerebro.
Señales eléctricas Las interacciones de miles de millones de neuronas en el cerebro humano generan pequeñas señales eléctricas. Nuestro estado de ánimo o diferentes tipos de pensamientos crean patrones específicos que pueden ser detectados por los sensores e interpretados mediante un programa que afecta el resultado en la pantalla.
Myndplay le permite así al espectador convertirse en el protagonista de la película y decidir quien vive, quien muere, si el malo o el bueno gana, si el chico se queda con la chica, si el mendigo resulta ser un príncipe, si la madre encuentra a su hijo perdido. Según los representantes de Myndplay, la experiencia es una combinación entre ver una película y jugar un juego de video.
El detector de ondas cerebrales que se utiliza en el sistema interactivo fue desarrollado por una empresa en California, Estados Unidos, que lo destinó principalmente a aplicaciones para juegos y programas educacionales. El aparato cuesta unos US$110.
Myndplay, por su parte, ha creado varias películas interactivas que se pueden comprar y descargar por internet por un precio que oscila entre US$1,50 y US$4,50.
Finales alternativos
Por ahora tienen dos filmes cortos disponibles para ser vistos por computador: una es una película de horror, en la que el usuario hace el papel de un exorcista que lidia con espíritus malvados y la otra es una cinta de pistoleros en la que el protagonista tiene que mantener la calma para evitar complicaciones al enfrentar el hampa londinense.
Queda por ver, sin embargo, si el sistema tendría un potencial comercial con los grandes estudios y productores de cine que tendrían que filmar las diferentes versiones alternativas para que puedan ser proyectadas según los deseos, o emociones, de los espectadores.
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