Las moscas del vinagre (especialmente los machos) son espantosamente peleadoras en la naturaleza pero increíblemente pacifistas en los laboratorios, donde se crían en un ambiente aséptico.
Herman A. Dierick y Ralph J. Greenspan, dos biólogos del Instituto de Neurociencias de San Diego (EE.UU.), en un trabajo publicado en la revista "Nature Genetics", cuentan cómo lograron recuperar la "agresividad natural" de las moscas para estudiar los circuitos neuronales que se ponen en marcha cuando se ponen violentas.
En uno de los casos que estudiaron y filmaron (ver video), una de ellas defiende una taza llena de comida. Mientras los científicos no entren en la variante de apostar a ganador, todo bien.
Link: http://www.youtube.com/watch?v=5T_RfceKIIo
Fuente: MI