A los 30 años, Julio terminó la carrera de Medicina en la UBA tras realizar los tres años correspondientes a su residencia. Convive con su pareja desde hace un año. Quiere formar un hogar definitivo.

Pese a tener todas las armas para conseguir un buen empleo, aún está desocupado. Una vez que lo consigue probablemente debe trabajar entre 10 y 12 horas y no solamente estará preocupado por lo que le ingresa, sino por continuar actualizándose en su profesión.

Con lo cual, a los 35 o 38 años, a todo este estrés laboral se le agrega el nacimiento de su primer hijo. Su mujer está agotada por las exigencias laborales y la crianza del niño, y le dice que quiere dejar de trabajar. 

“Este hombre a los 40 está totalmente deteriorado. El decaimiento, el desánimo y el excesivo trabajo durante los últimos 10 años lo llevó a un estrés crónico y es el paciente ideal para el Viagra“, analizó Carlos Kogan, ex-profesor de Química Biológica en el Instituto de Docencia e Investigaciones Biológicas. 

El caso de Julio no es una excepción y, como muchos jóvenes de 30 a 45 años, sufre la presión insoportable de una maquinaria demoledora y destructiva que ejerce la sociedad sobre ellos. En este marco, el especialista indicó que la revitalización biomolecular puede ser un gran aliado contra ese padecimiento. 

“Hay que tener presente que el mundo que rodea a estos jóvenes de 30 a 45 es un mundo muy particular en el cual cada uno parece ocuparse de su propia vida, mientras el joven siente la necesidad de triunfar, lo que lo coloca en una situación permanente de lucha y desgaste”, sostuvo Kogan. 

Para las mujeres de 30 a 45 años, el apuro del reloj biológico –que les anuncia el límite para ser madres- es una de las situaciones que más estrés les generan porque muchas veces se encuentran a los 35 años peleando por la gerencia de finanzas de alguna empresa, haciendo cursos de perfeccionamiento, ocupándose de la casa y de su marido. 

La revitalización biomolecuar, un aliado contra el estrés entre los jóvenes 
Si bien es importante que los jóvenes respeten las horas de sueño y descanso, que realicen una correcta alimentación, que no tomen alcohol ni fumen, que practiquen deportes y que salgan a caminar o andar en bicicleta, para el especialista esto no es suficiente para bajar el nivel de estrés de esta franja etárea. 

“En el estrés disminuyen una cantidad de sustancias químicas por exceso de utilización de nuestro cerebro que no siempre nuestro organismo es capaz de regenerar en tiempo y forma. Este es el motivo por el cual un tratamiento de nutrición profunda celular puede ser de gran importancia”, explicó. 

Para ello es que recomienda un tratamiento de revitalización biomolecular (RB), que repone a los jóvenes las sustancias químicas cerebrales que han sido gastadas en exceso para devolverle el estado de vitalidad necesario que les permita continuar con su vida de la mejor forma y, por sobre todas las cosas, más relajados. 

Hay algunos síntomas menores que pueden indicarle al paciente un interés por estos tratamientos como el cansancio, la fatiga, el desánimo, la depresión y los trastornos del sueño. En esta etapa, la RB puede mejorar el funcionamiento general, fortalecer y evitar llegar a los deterioros profundos. 

“En el caso de las mujeres de 30 a 45 años, el objetivo de la RB sería preservar la salud y la posibilidad de mantenerse activa en un estado de dinamismo, de buena atención, de buena memorización, mantener su endrocrinología, su libido, hasta el brillo de sus ojos”, explicó Kogan, también director del Centro de Revitalizacion Biomolecular. 

¿Cómo es el tratamiento? 
Después de una completa historia clínica, el médico evalúa y determina cuáles son las biomoléculas apropiadas para cada caso. 

El tratamiento es sencillo y desprovisto de contraindicaciones. Puede administrarse conjuntamente con otras terapias médicos. Consta de comprimidos, ampollas bebibles, gotas y eventualmente inyecciones intramusculares. 

Puede durar aproximadamente 60 días y es ambulatorio. Al no utilizar medicamentos sino sustancias biológicas, no hay efectos tóxicos ni secundarios. Tampoco hay reacciones. 



Dr. Carlos Kogan (M.N, 51.504) 
Médico egresado de la UBA 
Ex-profesor de Química Biológica en el Instituto de Docencia e Investigaciones Biológicas 
Director del Centro de Revitalización Biomolecular 
www.bioregenerative.com.ar.