Luis Cernuda
Tres misterios gozosos
El cantar de los pájaros, al alba, cuando el tiempo es más tibio, alegres de vivir, ya se desliza entre el sueño, y de gozo contagia a quien despierta al nuevo día.
Alegre sonriendo a su juguete pobre y roto, en la puerta de la casa juega solo el niñito consigo, y en dichosa ignorancia, goza de hallarse vivo.
El poeta, sobre el papel soñando su poema inconcluso, hermoso le parece, goza y piensa con razón y locura que nada importa: existe su poema.
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