Las parejas estables tienden a contagiarse los malos hábitos como fumar, las dietas poco sanas o la falta de ejercicio según reveló un estudio que realizó la Universidad de Cincinnati, en Estados Unidos.
La investigación lo dirigió la profesora de sociología Corinne Reczek y las conclusiones contradicen la creencia popular de que "para bien o para mal, en salud o enfermedad" la vida en pareja estable contribuye a reducir los malos hábitos.
Para su estudio, Reczek y sus colaboradores encuestaron a 122 personas que vivían o habían vivido en pareja por períodos de entre ocho a 52 años. De ellas, 31 eran parejas heterosexuales que convivían o estaban casadas y 30 eran parejas homosexuales.
Fuente: MU
A los participantes se les preguntó, individualmente, sobre hábitos como el fumar, el consumo de alcohol, las dietas, los patrones de sueño y descanso, los hábitos de ejercicio y otras prácticas de salud.
Reczek indicó que los hábitos insalubres se promueven dentro de estas relaciones íntimas y de largo plazo debido a la mala influencia directa de una de las personas, mediante la sincronicidad de los hábitos de salud, y por medio de la noción de responsabilidad personal.
Todas las parejas sin excepción hicieron referencias a la "mala influencia", pero en las parejas heterosexuales la "mala influencia" se atribuye casi siempre al hombre.
"La conclusión de que uno de los integrantes de la pareja es una 'mala influencia directa' indica que los individuos convergen en los hábitos de salud a lo largo del curso de su relación porque los hábitos insalubres de uno promueven directamente los hábitos insalubres del otro", añadió el estudio.
Un ejemplo es que ambos integrantes de la pareja tienen una dieta poco saludable porque ambos comen lo que uno de ellos compra o cocina.