Iba Pepito paseando por la calle con un tarro de mermelada en la mano y se encuentra con un amigo: -Hola Pepito, ¿Me das un poco de mermelada? -No puedo porque una mitad es mía y la otra de mi hermano, contesta Pepito. -Pues dame de la tuya, dice el amigo. -No es posible, porque la mía es la de abajo, indica Pepito.
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