Rafael Gutiérrez
Para arcanos cielos augustos consuelos
No me importaría que el reino de la tierra siguiese siendo lo que hoy es
una ronca lluvia de sal una inmensa lengua de fuego sobre el horizonte un bronco territorio agreste un murciélago una vengativa estrella de mar un jardín, en fin, colmado de hermosos colmillos en flor.
Juro que seguiría no importándome si alguien desde el reino de los cielos me arrojase-al menos- unas cuantas plumas
aunque fueren de un celeste ángel con sarna para alegrar esta desamparada desnudez de animal babilónico esta sagrada soledad desde el origen del mundo.
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