Eres mi ancla...
Estoy aprendiendo a mirarte con tus frondosos ojos quiero besar lágrimas del desierto entre tus manos para de esa manera peinarla
Dormiré arropado con tus pestañas alfombradas entre claveles asi, sentir latidos de tu evangélica alma y lamer el sonido acampado en tu crisol
Ahora soy feliz, porque puedo caminar entre tus huellas Puedo, subir la montana del lago, y llegar hasta el pensamiento de tus ojos
A veces acostumbro viajar en las profundas corrientes, transito al centro de tus bosques, dime si en los poros de las estrellas encontrare clorofilas purificadoras entre siluetas de hojarascas
Amor, nunca te alejes de mi otoño Porque trotando yo, en la infinita carretera sembrada en pétalos de girasoles encontrare aquellos besos humeantes. No importa, aquí te espero en el malecón, sentado en una esquina de tus labios
Autor:
Lic. Ramón Danilo Correa 27 de Diciembre, 2011
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