"...la mirada profunda no es, como la voz, ligera..."
Tus ojos, siempre tus ojos, serán para mis poemas. El cuerpo dáselo al viento, al sol, al mar, a la tierra --la mirada encierra el alma y el alma sin ella es ciega que la mirada profunda no es, como la voz, ligera.
Con el mundo entre las manos iba corriendo a la siega de un campo que te ofrecía las once espigas más nuevas. Veintiún granos de trigo fueron la enorme cosecha de un año que unió dos surcos y en los dos dejó sus huellas. Amor que nunca se acaba porque siempre se renueva, pero tus ojos--tu alma-- serán para mis poemas.
-TRIADO DE LA RED-
|