Como un volar distingue
Un fluir de orgullo ha estado negando la escritura en este libro igual que el tordo vil negara comer frutos y simientes que regala el suelo vivo. Un fluir de no inocencia ha querido contar hasta el último peldaño entre las zarzas de esta casa. Mi claroscuro ser con el afán de un sentimiento que devora y miente. Pero un fluir de la vida es, al fin, la vida. Haber preferido negar antes la escritura que olvidarla, rozarla en vez de abrirla y escapar ya del olivo en fruto como un volar distingue.
Orgullo, no inocencia, cuerpo: me he enredado en ellos y he perdido del amor la vereda que se entrega imperfecta. Miedo, apaño, esta poesía, han hecho de mí destino donde ahora me borro.
El alma que respira escapa y corre por los campos que se despiden, me sueltan, contrariados por el menú sobre mantel precioso en el que posabas tus ojos para llevarte el manjar de esa materia. Así, liberada y confundida, solitaria en la reunión general de estos poemas, debo abandonar la vid, el huerto, para volver a la rueca de la vida con silencio por fuera y locomoción tan dentro porque es el hacer viandante quien me espera. Todo lo demás son historias de artistas.
Pureza Canelo
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