Creía que todo acababa, que nunca volvería a empezar, que todo se terminaba que nunca podría avanzar que nadie se detendria en mí, y yo siempre allí en un camino de incertidumbre, a la deriva, escondiendo la verdad una infinita tristeza que ahogaba y que me hacia llorar....
Pero una mañana al despertar tu mirada, tu rostro ví y no aguante más y te seguí, mi corazón volvió a reir ahora todo es diferente; un camino distinto compartido en el que hayo una paz total y escucho una voz de aliento que alimenta mis sentimientos y regala felicidad...
El tiempo jugó y ganó y sin querer me demostró, que podía realmente amar, un ser, un hombre especial con corazón y pude brindar todo... ¡Todo el amor de verdad!
(María de los Angeles Colla)
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