La Preeminencia Del Amor
Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles,
si no tengo amor, soy como una campana que resuena o como un platillo que retiñe. Aunque tuviese el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia,
aunque tuviera toda la Fe, una Fe capaz de trasladar montañas,
si no tengo amor, no soy nada. Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres
y entregar mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve de nada.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso,
no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza,
no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido
, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
(Corintios 1-13)
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