TERNURA
¿Habéis analizado alguna vez esta emoción
que llamamos ternura?
¿Es alegre, es triste la ternura?
¿No parece más bien la ternura
una semilla de sonrisa
que da el fruto de una lágrima?
En el enternecimiento sentimos angustia
precisamente por aquello mismo
que nos causa placer.
Así la inocencia nos encanta
porque se compone de simplicidad,
pureza, insuspicacia, nativa benevolencia,
noble credulidad.
Mas precisamente estas cualidades
nos dan pena porque la persona
dueña de ellas será víctima de los dobles,
impuros, suspicaces, malévolos
y escépticos que pueblan la sociedad.
La inocencia no nos entusiasma,
la inocencia no nos enoja,
la inocencia nos enternece.
Ortega y Gasset
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