Ser un hombre nuevo.
Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho.
Si digo manzana no es la maravilla innombrable
que enamora el verano, si digo árbol apenas me acerco
a lo que saben las aves, el caballo siempre fue y será
lo que es sin saber que así lo nombro.
Nacemos para vivir, por eso el capital más importante
que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso
por este planeta que es una pésima idea no gozar
cada paso y cada instante, con el favor de una mente
que no tiene limites y un corazón
que puede amar mucho más de lo que suponemos.
Cuando un pueblo trabaja Dios lo respeta.
Pero cuando un pueblo canta, Dios lo ama.
Ama hasta convertirte en lo amado, es más,
hasta convertirte en el amor.
De mi madre aprendí que nunca es tarde,
que siempre se puede empezar de nuevo;
ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos
que te destruyen, a las cosas que te encadenan,
a la tarjeta de crédito, a los noticieros
que te envenenan desde la mañana,
a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido.
Ahora mismo le puedes decir basta
al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
Vive de instante en instante, porque eso es la vida.
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere.
Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?
No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la tierra.
En la tranquilidad hay salud, como plenitud, dentro de uno.
Perdónate, acéptate, reconócete y ámate.
Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.
Borra el pasado para no repetirlo,
para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes,
porque nadie puede enseñar lo que no sabe,
perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Si estás atento al presente,
el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo.
Facundo Cabral