Las manos de mi padre…
¿Nunca sintieron estar en el lugar y en el tiempo equivocados? Y sentir que estamos solos aunque estemos rodeados de gente,sentir que no nos comprenden,sentir la falta de un amigo que sólo te diga¨¡aquí estoy! Alguien a quien contar lo que realmente nos pasa, que nos escuche, que nos entienda…
Cuando pasa algo así,me acuerdo de las manos de mi padre, recuerdo su mano tomando la mía para cruzar la calle, cuando trabajaba en la huerta podando frutales, clavando una madera que el viento desprendió…
Recuerdo la fuerza de sus manos, esas manos que no sabían acariciar pero transmitían esa energía necesaria para decir que estaban allí para cuando las necesitaras, para ayudarte si te caías, para sostenerte si tropezabas…
Esas manos cubriendo mis manitas pequeñas…esa fuerza que hoy después de tantos años es muchas veces mi sostén, mi alivio, mi esperanza, la fuerza para seguir peleándole a la vida cuando desfallezco, cuando ese amigo que necesito no está,cuando necesito un abrazo de oso, fuerte y protector…
Cuando flaqueo, no sé porque…me acuerdo de las manos de papá…
Rosa.