Para los que creen en el amor.
Un día se hallaba Dios sentado en una gran nube, observando su reciente creación, el hombre y la mujer, y por mas que pensaba, no daba con la solución.
Les había otorgado la libertad, los había dotado de inteligencia,pero no podía resolver como hacer para que se enamoraran de la persona ideal.
Sumergido así, en sus pensamiento, notó la presencia de su ángel mas querido, "Juan el arquero", llamado así por El,
debido a su extraordinaria habilidad en el manejo del arco, y mirándolo a ls ojos, Dios le dijo, "pequeño Juan, desde ahora serás el ángel de los enamorados, y te encargarás de disparar tus flechas sobre el corazón de las personas, a fin de enamorarlas eternamente.
Cuando terminó de hablar, tomo las flechas del carcaj de Juan y derramó sobre ellas, lagrimas de amor.
Todo esto había sido atentamente observado, desde lejos, por el ángel Gabriel, quien se sintió muy mal por la predilección de Dios sobre su hermano Juan.
Una vez que este se marchó a cumplir orgulloso tan importante misión,Dios que todo lo sabe, mandó a llamar al ángel Gabriel y le dio un maravilloso poder, el viento.
"Podrás hacer grandes cosas" le dijo Dios,
"bastará un soplo tuyo para secar las tierras después de las lluvias,podrás mover los molinos y ayudar al hombre en su trabajo, o hacer romper las olas con gran esplendor, para que los enamorados,tomados de las manos, las contemplen y sepan así,que yo, estoy junto a ellos.
Pero Gabriel, celoso de su hermano, conoció lo que era la envidia y utilizó el poder del viento para arruinar el plan de Dios.
De manera que, cada vez que Juan el Arquero disparaba las flechas de amor sobre las parejas que debía unir, Gabriel soplaba un fuerte viento sobre ellas, haciendo que a veces, errara el blanco y se unieran así personas equivocadas, haciéndose así comunes las peleas y desencuentros entre hombres y mujeres sobre toda la tierra.
Y, aunque parezca mentira, tan mala acción por parte del ángel Gabriel, nunca fue castigada, ya que El creó a los ángeles tan libre como nosotros.
"Amigo, ya sabes, si sientes soplar el viento sobre tu rostro, ponte contento, ya que el amor ronda muy cerca, solamente…., tienes que buscarlo"
Autor desconocido por mí.