Mirando pasar la vida.
Al despertarme lo primero que hago es levantar las persianas y mirar a través de ellas, desde allí veo mi jardín, veo asomarse al sol que ilumina mis flores y hasta diviso las pequeñas gotas de rocío, es el nuevo día que empieza a vislumbrar, un nuevo día para vivir…
Ya dispuesta tomo el colectivo y observo a los pasajeros, gente dormida,de mal humor, escolares riéndose entre ellos,una embarazada tocándose la panza como acariciando a su bebé, un anciano que apenas puede sostenerse parado y el infaltable vendedor de ofertas diarias. Luego de un trayecto me siento y miro a través de la ventanilla, veo gente apurada, algunos pidiendo limosna,altos,flacos,morochos,chicas,estudiantes…una parejita besándose en el parque,una mamá despidiendo a su hijo en la esquina, el diariero tomando mate, una nena mirando con admiración a un mimo…
Después de un largo día en el centro vuelvo a casa, enciendo el televisor, lo que veo me hace reír, llorar, emocionar, enojar. Llegan mis hijos y los miro con amor, con ternura y mi pecho se ensancha de orgullo al verlos grandes, buenos, sanos.
Ya es de noche,me acuesto y leo, me apasiono por la lectura, me sorprendo ¡Cuánto aprendo! ¡Cuánto siento! La cantidad de emociones, sentimientos, sensaciones que pasan a través de mis ojos…
Ya es muy tarde, estoy cansada…cierro mis ojos pero sigo viendo imágenes, ahora son imágenes que pasan como una película, vuelvo a ver las imágenes cotidianas de lo vivido, veo imágenes de hermosos paisajes que me gustaría conocer, veo mis ojos asombrados, maravillados de haber visto tanto… y mientras agradezco… las imágenes se van borrando para entregarme al sueño reparador.
¿Recordaré mis sueños? A lo mejor si, a lo mejor no. No importa, mañana será otro día, otro comienzo, otro volver a ver…
Rosa.