La parábola de la rosa.
Un hombre plantó una rosa y trabajó regándola constantemente.
Antes que de ella apareciese algún indicio,la examinó y vio el botón que en breve abriría,más notó espinas sobre el tallo y pensó…
¨¿Cómo puede una flor tan bella venir de una
planta rodeada de espinas tan afiladas?¨
Entristecido por este pensamiento,se negó a regar la rosa y antes de estar pronta para abrir,esta murió.
Así sucede con muchas personas…
Dentro de cada alma hay una rosa:
Son las cualidades dadas por Dios.
Dentro de cada alma tenemos también las espinas:
Solo falta que aparezcan nuestras rosas.
Muchos de nosotros nos miramos
y vemos solo las espinas,los defectos.
Nosotros nos desesperamos pensando
que nada bueno puede venir de nuestro interior.
Nos negamos a regar,a cultivar dentro nuestro, y consecuentemente,eso muere.
Nunca percibimos nuestro pontencial.
Algunas personas no ven la rosa dentro de ellas mismas.
Por lo tanto alguien debe mostrárselas.
Uno de los mayores dones que una persona
puede poseer o compartir es ser capaz de pasar por las espinas
y encontrar la rosa dentro de otras personas.
Esta es la caracteristica del amor.
Mirar una persona y conocer sus verdaderas faltas.
Aceptar a aquella persona en su vida,en cuanto a reconocer la belleza de su alma y ayudarla a percibir que ella puede superar sus aparentes imperfecciones.
Si nosotros mostramos a esas personas la rosa que está creciendo en su interior,ella superarán sus propias espinas.
Solo así ellas podrán ver abrirse sus rosas…
muchas veces.
Autor desconocido por mi.