BRINDIS
He aquí dos rosas frescas, mojadas de rocío:
una blanca, otra roja, como tu amor y el mío,
y he aquí que, lentamente, las dos rosas deshojo,
la roja en vino blanco, la blanca en vino rojo.
Al beber gota a gota, los pétalos flotantes
me rozarán los labios, como labios de amante;
y, en su llama o su nieve de idéntico destino,
serán como fantasmas de besos en el vino.
Ahora, elige tú, amigo, cuál ha de ser tu vaso
si éste, que es como mi alba,
o aquel, como un ocaso.
No me preguntes nada: yo sé bien que es mejor
embriagarse de vino que embriagarse de amor…
y así mientras tú bebes, sonriéndome así,
yo, sin que tú lo sepas, me embriagaré de ti…
José Ángel Buesa