Padre…
Lentamente el tiempo desdobló su piel
arrugada como el desierto por el paso del tiempo
su cuerpo cansado que en un tiempo fué liviano
sus brazos y sus inquietas manos
desplegaron alas y se fué a volar libre del peso de sus años.
Mis ojos aún lo eternizan en el tiempo
lo veo alegre, conversador y viejo.
mi oído grabá su voz, sus silbidos su risa y sus consejos
que con tanto amor siempre me dió.
Mi cariño fué ligero ante la prisa de su adiós
no lo pude detener, mis ojos quedaron secos
al ver que ya no tendría mi compañero,
mi incondicional amigo.
El quiso hacer su último viaje sin compañia
y en mi dejó esa pena y a la vez esa alegría
de haber tenido un padre como mi querido viejo.
TE LLEVO EN MI CORAZON.
Grace.