ANHELOS…
La aurora es el fulgor de tu mirada
Cuando se pinta en el sereno río
Con tinta nacarada,
La bóveda serena y azulada
Semeja tu sonrisa, dueño mío.
Las entreabiertas flores
Muestran en cada pétalo tus huellas…
Los pájaros cantores
Dicen tu nombre, y
Lo escriben en el cielo las estrellas.
¡Dios, Dios por doquiera!
Los mares, las montañas, las praderas,
La luz amarillenta de la luna,
Del viejo templo la grietosa ruina,
Los mirlos que se arrullan en la encina.
Todo me habla de ti,
todo me advierte tu amor y tu ternura,
¡Y mi espíritu anhela ya por verte!
¿Qué me importa morir, si con la muerte
Te encuentro tras la negra sepultura?
Morir y estar contigo.
Dulce esperanza, bienhechor abrigo
Donde mi corazón halla el consuelo
Que su ventura encierra.
¿Por qué peregrinar tanto en la tierra
Si la patria del alma está en el cielo?
Amado Nervo.