El amor antiguo.
El Amor antiguo vive de si mismo,
no de cultivo ajeno o de presencia.
Nada exige ni pide. Nada espera,
pero del destino vano, niega la sentencia.
El Amor antiguo tiene raíces hondas,
hechas de sufrimiento y de belleza.
Por aquellas sumérgese en el infinito,
y por éstas, suplanta a la naturaleza.
Si en todas partes el tiempo desmorona
aquello que fué grande y deslumbrante,
el antiguo amor, no obstante, nunca fenece
y cada día surge más amante.
Más ardiente, pero pobre de esperanza.
¿Más triste? No. Él venció el dolor,
y resplandece en su rincón oscuro,
tanto más viejo mientras más Amor.
Autor desconocido por mi.