INVÍTAME A SOÑAR.
Invítame a soñar…
Rescátame si quieres,
algunas horas de mi realidad.
No preguntes más;
Sólo déjame soñar en tus brazos.
La felicidad, es como las inquietas olas
que vienen y se van…
Y hay que disfrutar cada segundo
lo que grita el sentimiento
y nos brinda la ocasión.
Si esto que siento es pecado,
no me juzgues mal:
Mi corazón tiene el derecho
aunque sé que es muy necio,
de amar a quien quiera amar.
Invítame a soñar…
Porque puede ser que quizá mañana,
de punto final a este sentimiento
y jamás te pregunte…
¿¿¿ME INVITAS A SOÑAR???
Autor desconocido por mí.