Mi almohada me mira de noche
en mi cama vacía, con reproche.
Yo nunca pensé en la amargura
de esta pena, que tanto perdura,
y sin sentir en mi cara
la caricia de tu cabellera
de esencia tan rara…
A la luz de la bombilla del techo
me recojo de noche en mi lecho,
extiendo los brazos, busco tu mano
pero todo es inútil, todo es en vano.
Busco anhelante tus labios de rosa,
y tu imagen se me escapa como mariposa;
me revuelvo ansioso, salto de la cama,
corro por el cuarto, voy a la ventana…
¿Dónde están esos rizos de tu cabellera,
dónde están tus labios, si yo los pidiera?
Y siento en medio del gozo un dolor,,
el vino me sabe a veneno,
ansío tus caricias, tu seno,
mi vida es inútil, sin ti .