Nuestro corazón es como un motorcito chiquitito
que todo el tiempo busca y busca, busca encontrar
a alguien a quien amar. No se cansa nunca, aunque
estemos vencidos él siempre busca y busca, porque un corazón necesita amar. A veces nos pasamos cincuenta cuadras, equivocamos el
camino y el corazoncito sigue ahí, incansable, diciéndonos
‘no es por acá’, pero no lo escuchamos.
Creemos que lo que el corazón busca es alguien
que nos ame, pero no, el corazón no es tan egoísta, él
solo busca alguien a quien amar. Pero al final siempre el corazón se hace escuchar
¿Cómo ignorar esos latidos que son señales
que nos indican el camino? Y yo, estoy escuchando
mi corazón, me dice que lo que busco no
está ahí, que no estuvo ni estará ahí.
Un corazón necesita alguien que se deje amar
porque esa es la busca más simple y más compleja
de este viaje, alguien a quien amar. Uno puede estar ciego gran parte del viaje, pero
tarde o temprano empieza a ver el camino.
Y yo estoy en eso, buscando ese lugar
donde al fin esté mi roto para esta descocida. Uno puede estar perdido, pero buscar el camino
ya es parte de encontrarlo. Aunque te gane la
desesperanza, aunque te gane el dolor, aunque creas
que es demasiado tarde, busca en tu corazón, busca en
tu alma mal herida. En algún lugar
fuera de tu burbuja habrá alguien a quien amar. Busca incansablemente, irremediablemente, porque
para eso venimos a esta vida, para encontrar a alguien a quien amar
Besitoss
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