El propósito del alma…

Una persona, un alma, en evolución consciente y voluntaria desde la heredada deformación cultural que padecemos, y la consecuente falta de Amor-Consciencia, hacia una comprensión más amplia acerca de sí misma y de lo que hace en ese cuerpo y en este rincón de la galaxia, debería intentar comprender (o mejor "recordar", si fuese posible), que no pertenece a este mundo, que sólo vino a él a realizar una labor, que un Propósito le trajo a este planeta, aunque no esté consciente de él.

Debería recordar que su cuerpo material es sólo el "soporte" necesario para la expresión de su alma y el cumplimiento de su Propósito en este plano de existencia llamado planeta Tierra.

Poco importa entonces qué clase de genes influyan sobre el "soporte" (el cuerpo), poco importan los apellidos, las nacionalidades, los sexos, las etnias, la historia de la raza, si el origen del alma está más allá de las pequeñas cosas de este mundo; más allá de la especie humana que lo habita inclusive, porque las almas, en su aprendizaje a través de las diversas vidas, utilizan numerosos vehículos para manifestarse en diferentes mundos y especies cósmicas inteligentes, siendo la humana terrestre tan sólo una de ellas, aunque en este momento nos parezca que es lo único que existe.

Si hemos venido a este plano a cumplir un Propósito, y tenemos un tiempo limitado para ello antes de pasar a habitar un mundo y un cuerpo diferentes, nuestra prioridad debería ser la de dedicarnos a cumplir ese Propósito central de nuestra vida terrenal.

Y si lo desconocemos, deberíamos ocuparnos de manera seria y persistente en descubrirlo.

¿Una pista?...

Tiene que ver con Amor.